La evaluación curricular constituye el principal orientador y prescriptor de las prácticas de aula, al mismo tiempo que se manifiesta como un organizador de los recursos y sentidos que adquieren las políticas educativas en las escuelas (INEE, 2016; 2019)
La propuesta pedagógica que no se evalúa está condenada al fracaso, por lo anterior es fundamental que los estudiantes de educación cuenten con las competencias necesarias para realizar la tarea de evaluar y mejorar las prácticas docentes.